Kung Fu - Diálogos - Los Huterianos

-Donde yo nací hay una criatura llamada camaleón
-Camaleón?
-Un pequeño reptil, tiene el gran don de poder cambiar el color de su piel para ocultarse de los depredadores, pero el mismo nunca cambia, siempre es un camaleón.

-Maestro estoy abatido
-Ese es el principio de la sabiduría
-Le he visto reír y le he visto llorar
-Y tu no lo haces?
-Nos enseñan disciplina
-El propósito de la disciplina es vivir con plenitud no menos
-Pero…. Como puedo saber si mi tristeza es solo el eco de la autocompasión, y mi risa… canto de mi propia felicidad?
-El pájaro que canta en el bosque crees que busca ser admirado por su canto? Deja que afloren las lágrimas cuando tu corazón te hable de tristeza, deja que la alegría llegue sin buscarla, sin planearla.

Está escrito podemos modelar la arcilla en forma de vasija pero es el espacio creado lo que le otorga su valor.
Podemos abrir puertas y ventanas en una casa pero es la abertura lo que lleva la luz al interior.
Podemos poner radios a una rueda pero es el eje lo que la hace útil, por tanto sé como el espacio en el centro, sé nada, de forma que puedas dar el todo a otros.

-Noto como arrastras los pies en el suelo tienes alguna carga pequeño saltamontes?
-Es mi pensamiento lo que me pesa maestro, he estado en el mercado, he visto hombres discutiendo y peleando, allí no hay paz.

-Por qué te preocupa eso si tu casa está aquí?
-No queremos que todos estén en paz?
-Esta escrito en el Lau ti chi, bajo el cielo todos pueden ver la belleza como belleza solo porque la fealdad existe, todos conocen el bien como el bien solo porque el mal existe, por tanto la abundancia y la escasez van de la mano, lo difícil y lo fácil se complementan entre si, alto y bajo están uno sobre otro, el frente y el dorso se siguen el uno al otro.
-Pero maestro, no queremos que todos conozcan nuestra paz y alegría?
-Convertirías todo el mundo en un templo?
Sé como el Sol y con tu interior calentarás la tierra.