A veces cuando menos lo
esperamos llegan momentos de sufrimiento y siempre es mejor aceptar el
dolor, que no implica rendirse sino que puede significar el comienzo de una
búsqueda hacia nuestro interior tratando de encontrar una respuesta.
Cuando en
ocasiones el cuerpo sufre el desconcierto de la mente, estaría bien preguntarnos:
PRESENTE: ¿Qué me está
ocurriendo?
PASADO: ¿cómo he llegado a
ésta situación?
VALORES: ¿Para qué tengo este
dolor?
CONDUCTA: ¿Qué cambios en mi
estilo de vida o mi conducta me está obligando a realizar?
CREENCIAS: ¿Por qué se manifiesta
este doloroso trance?
KARMA: ¿Qué responsabilidad
tengo con mis acciones y mi forma de vida en el sufrimiento y dolor de otros?
APRENDIZAJE TOMA DE
CONCIENCIA: ¿Qué tengo que aprender de esta circunstancia?
Si no encontramos respuestas, quizás necesitemos ayuda.
0 comentarios:
Publicar un comentario