lunes, 22 de abril de 2013

El Jardín Mágico

Cuando Xaloc conoció a Lluna quedó fascinado por su mirada y su sonrisa, y decidió que debía conquistarla, la atracción era tan irresistible que sintió la necesidad de poseerla.
Cuando Lluna conoció a Xaloc le pareció atractivo, adorable y gentil, sus palabras llegaban al fondo de su corazón y deseó conocerle.

Xaloc la invitó a compartir una casa y le propuso vivir juntos amándose. Lluna estaba ilusionada, deseaba vivir junto él y poder aprender a compartir ya que le habían dicho que la convivencia era una asignatura difícil, así que le puso una condición, primero tendrían que ir a pedirle un consejo al Iluminado Caine.
 Xaloc aceptó aunque no entendió el motivo y tuvo dudas.

Estando ya frente al Iluminado, un hombre de pelo largo y fino con voz suave y ojos compasivos, que así le llamaban porque irradiaba luz de su cuerpo, ella le preguntó: ¿Cuál es el secreto de la convivencia? Y Caine, pensativo, les entregó dos pequeñas plantas y le contestó: Tomar estos dos brotes del Jardín Mágico, ponerlos cerca uno de otro y cada uno de vosotros debe cuidar el suyo hasta que crezca y se abra su primera flor y entonces quizás sabréis la respuesta.

A Xaloc le pareció un poco absurdo tener que cuidar de una planta y mas absurdo todavía que por el hecho de cuidarla le fuera desvelado algún secreto aunque la verdad es que parecía una tarea muy sencilla y valía la pena si después podría estar con ella.

Lluna quedó pensativa, fascinada por la respuesta, le habían hablado de la sabiduría de Caine y de cómo lograba que las personas fueran conscientes de si mismas para encontrar sus propias respuestas.

De esta forma las dos plantas fueron puestas la una junto a la otra, cada una en su maceta en un lugar soleado y húmedo donde el viento era suave y la lluvia tranquila.
Pasaron algunos días y Lluna cuidaba la suya con esmero, la observaba unos minutos para encontrar sus nuevos brotes y la regaba cada día, incluso preguntó a un jardinero como podía abonarla.
Xaloc también la regaba cuando se acordaba aunque tenía cosas más importantes que hacer y le dedicaba poco tiempo. El pensaba que hacia lo que podía y que eso era suficiente

Con el tiempo Xaloc observó que la planta de Lluna crecía mas alta, mas frondosa, había una notable diferencia entre una y otra y no le gustó nada, así, pensó que debía hacer algo y como no se le ocurría nada para conseguir que su planta creciera mas deprisa creyó que tenía que impedir que la otra siguiera creciendo. Puso un plástico transparente sobre la maceta para que el agua no llegara a la tierra y de esa forma al faltarle el alimento dejaría de crecer.

Cuando Lluna se dio cuenta de que algo extraño le pasaba a su planta y no absorbía el agua, vió el plástico sobre la tierra y le preguntó a Xaloc si sabía quien podría haber querido impedir que su planta recibiera agua. Xaloc le confesó que había sido él, aunque por una buena causa, ya que su planta estaba creciendo mucho más aprisa y no iban a florecer al mismo tiempo. Ella quedó algo confundida, quería que su planta creciera al mismo ritmo que la de Xaloc aunque no le parecía justo privarla de agua, así que hizo un agujero en el plástico y siguió regando su planta y esta siguió creciendo mas aprisa y mas bella que la de él.

Pero Xaloc pensó que no podía consentirlo y decidió podar la planta de su amiga, no sabía como hacerlo así que le cortó algunas de las hojas mas grandes hasta dejarla con aspecto mas insignificante. Cuando Lluna vió su planta entristeció no comprendía que había podido pasarle y fue a contárselo a Xaloc. El le dijo que no se preocupara que es bueno que las plantas sean podadas, les da mas fuerza que por eso lo había hecho, además ahora gracias a la poda las dos plantas estaban igual de tamaño.

Lluna volvió a quedar confundida y le dijo que quizás había otros caminos para conseguir que las dos crecieran juntas e iguales que pensara en ello y en cualquier caso le rogó que no volviera a tocar su planta ya que había sido confiada a ella y era solamente suya.

Por fin un día se abrió una preciosa y delicada flor de fragancia sublime por encima de las frondosas hojas de la maceta de Lluna. No pasó lo mismo con la de Xaloc que apenas crecía por la falta de interés en ocuparse de ella.

Lluna se sintió muy feliz con su flor aunque ahora debían esperar a que floreciera la planta de Xaloc.
A Xaloc se le había agotado la paciencia y pensó que su planta nunca florecería por eso tomó una decisión cortar la flor de Lluna y así lo hizo.

Cuando Lluna vió su flor cortada las lágrimas brotaron de sus ojos y entonces fue a contárselo a Xaloc que le contestó que no tenía importancia, que era solo una flor que él mismo la había cortado para que ella se diera cuenta de que lo verdaderamente importante eran ellos dos y para que dejara de ser tan crédula y tan ingenua.
Fue entonces cuando Lluna comprendió que convivir con Xaloc no era lo que ella deseaba ya que él no respetaba su espacio, ni sus valores, ni sus creencias y cogió su maceta y se alejó de él con la respuesta.


Cinta de aro.

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